Celebrando y conmemorando la semana del natalicio de nuestro nobel de literatura Gabriel García Márquez quién más que nunca se hace vigente con su obra donde narra los instantes previos a la muerte de Santiago Nasar, solo que hoy, quién sufriría la penuria es América de Cali en su participación en la sudamericana.
La improvisación para reestructurar el ámbito administrativo, la falta de decoro y prudencia en anunciar refuerzos y directores técnicos de élite, el ceder ante presiones de referentes históricos (porque su mal presente va haciéndose cada vez más vigente en la memoria del hincha, en lugar de su pasado exitoso y condición de ídolos), el cambiar al director técnico que conformó la plantilla 4 días previos al inicio de competencia y el traer de emergencia a un técnico que acababa de quedarse con ganas de dirigir un grande de Perú generando un desplante en Rionegro águilas, NO PODÍA ser la fórmula para el éxito precisamente.
Farias no ha encontrado al equipo ni su disposición óptima en el campo, si bien podría liberársele responsabilidad al tener que aprender en el camino, hay situaciones que hasta un simple espectador del deporte se daría cuenta: bajos niveles, displicencia en el juego, jugar a un ritmo parsimonioso y ocioso, jugadores que no rinden en sus posiciones naturales. En eso si tiene responsabilidad el técnico: el no saber leer los momentos de juego y el nivel de cada jugador para intentar plasmar su idea en el campo, y eso es al final lo que lo tiene en las cuerdas a hoy.
Son más grises que luces las que hoy siente el ecosistema América de Cali, un sentimiento de desasosiego que genera pesimismo en sus hinchas, la pregunta es: ¿Debería dársele continuidad al proceso Farias? ¿En qué debería hoy centrarse la nómina? (ya que fracasó en su objetivo mayor del año, y en liga está prácticamente eliminado con esperanza matemática, pero sin el futbol para realizar la épica), lo que bien se sabe es que ya es tarde para enderezar el barco si lo que buscaban este año era gloria.
“La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada”, – Gabriel García Márquez
Alexander Beltrán
@NoesBrayan
