El partido terminó 0-0 en Colombia y en Brasil, llevando a la definición por penales, dónde los brasileños clasificaron por 4-3, al derrotar a Águilas Doradas.

Todo el partido fue áspero y complejo para el equipo de Rionegro, sin embargo, respondieron bien y se mantuvieron firmes en defensa, aunque intrascendentes en ataque.
En el primer tiempo, no hubo disparos a portería de la visita, el equipo de Red Bull manejó la pelota sin peligro alguno, y hubo errores por lado y lado.
En el segundo tiempo Águilas se animó un poco más, y logró la que sería la más clara del partido, luego de un córner ejecutado en corto, Jesús Rivas hizo un disparo que se estrelló contra el palo, la pelota se metió entre las piernas del arquero brasileño, y rodó por la línea de gol hasta ser despejada por un defensa. Tan solo unos minutos después, una falta en el área de Bragantino a favor de los colombianos llamó la atención del VAR, pero el posible penal se descartó debido a una previa posición en fuera de juego por parte del atacante.
El partido continuó con un Bragantino que no pudo concretar ninguna llegada, a pesar de tener un 72% de posesión de balón, y un equipo de Águilas Doradas que nunca se desesperó en defensa y jugó al aguante, cediendo la pelota (28% de posesión).
Al final de los 90 minutos llegó la definición por penales, la cual empezó con mal pie la visita; Freddy Salazar erró el primer cobro, pateó al medio y el arquero la detuvo, los brasileños tomaron ventaja y no fallaron ninguno de los 4 penales. Llegó el quinto penal de Águilas, Yéiler Goéz, era el encargado de mantener con vida al equipo, pero erró el penal de una manera grosera, enviándolo a un costado del arco y terminando así, tan pronto, el sueño continental del equipo de Rionegro.
A pesar de la derrota, los hinchas pueden levantar la cabeza con la certeza de que su equipo luchó hasta el final en un escenario complicado en el que nunca fueron favoritos.
Lo próximo para Águilas Doradas será enfrentar a Independiente Medellín en casa el próximo domingo 3 de marzo.
Por: Samuel Regino
@reginoblematico